La Política Agrícola Común (PAC) y su protección a la biodiversidad
La Política Agrícola Común (PAC), protege la diversidad de diferentes formas. En ese sentido, hay normas de condicionalidad cubren tanto la directiva sobre aves como la directiva sobre hábitats, así como las medidas destinadas a conservar los elementos paisajísticos y reducir el uso de plaguicidas.
Dentro de las estrategias para cuidar la biodiversidad, la PAC promueve la la creación de superficies de interés ecológico a través de pagos directos ecológicos que han permitido conservar elementos paisajísticos y poner un mayor número de tierras en barbecho, lo que ha beneficiado a la biodiversidad al promover la polinización y proteger los hábitats.
De la misma manera, la política de desarrollo rural favorece a generar medidas que conservan y mejoran la biodiversidad, como la aportación de fondos para la creación y el mantenimiento de elementos paisajísticos y pasillos ecológicos y el apoyo a sistemas agrícolas de gran valor natural y planes de gestión de la naturaleza que conserven zonas respetuosas con la vida salvaje.
Promover la agricultura de bajos insumos
Los plaguicidas, los fertilizantes y los antibióticos se emplean ampliamente en toda la Unión Europea para ayudar a la agricultura a producir alimentos y otras materias esenciales para la sociedad. Sin embargo, un uso excesivo e indebido de esos productos puede dañar el medio ambiente, así como la salud de las plantas, los animales y las personas.
Entre los objetivos de la PAC se encuentra fomentar un uso reducido y responsable de estos insumos. También se busca:
- Promover la agricultura ecológica.
- Colaborar con los agricultores a utilizar plaguicidas y fertilizantes de manera responsable y a aplicar técnicas de gestión respetuosas con el medio ambiente, métodos alternativos y nuevas tecnologías.
- Disminuir la necesidad de antibióticos a través de inversiones y el asesoramiento que redunden en beneficio de la salud y el bienestar de los animales.
Evaluación de las medidas medioambientales
La Comisión Europea estudia constantemente la eficacia de la PAC en el cumplimiento de sus objetivos medioambientales.
En el conjunto de indicadores recogidos en el marco común de seguimiento y evaluación se incluye una amplia gama de datos medioambientales.
Además, un conjunto complementario de 28 indicadores agroambientales permite seguir la pista de la integración de las cuestiones medioambientales como parte de esta evaluación.
En esa línea, expertos independientes realizan en nombre de la Comisión, evaluaciones y estudios externos sobre sostenibilidad medioambiental.
Los datos obtenidos proporcionan información exhaustiva sobre:
- La situación del medio rural en la Unión Europea (UE) y su evolución a lo largo del tiempo.
- El impacto de la agricultura en el clima, los recursos naturales y la biodiversidad.
- La aplicación de las medidas medioambientales de la PAC en toda la UE.
- El éxito de las medidas medioambientales al momento de alcanzar sus metas y su impacto más amplio que los objetivos declarados.
La evaluación de las medidas medioambientales de la PAC tiene en cuenta los relaciones complejas entre las medidas políticas, los cambios en las prácticas agrícolas y las mejoras medioambientales, así como otros factores, como los fenómenos meteorológicos, el impacto de las tendencias del mercado y las diferencias de las condiciones medioambientales entre los países y regiones de la UE.
El rol del conocimiento y la innovación
El conocimiento, la investigación y la innovación promueven una agricultura sostenible desde el punto de vista medioambiental en la Unión Europea:
- La investigación y la innovación aportan a la agricultura nuevas técnicas respetuosas con el medio ambiente y nuevas tecnologías para la agricultura.
- El programa de asesoramiento a las explotaciones mantiene informados a los productores sobre la utilización de la investigación y los nuevos métodos y tecnologías para lograr una agricultura respetuosa con el medio ambiente.
- La Asociación Europea para la Innovación Agrícola (AEI-AGRI) impulsa las ideas innovadoras que fomenten la agricultura y la silvicultura sostenibles en la UE.
El proyecto iMAP tiene como finalidad proporcionar pruebas científicas sobre el impacto de las prácticas agrícolas en el medio ambiente y el clima para apoyar la aplicación, el seguimiento y la evaluación de estos objetivos en los planes estratégicos de la PAC.
De esta forma, se puede concluir con un panorama de ciertos recursos que está utilizando la PAC para tener un seguimiento efectivo sobre las prácticas agrícolas desarrolladas en la Unión Europea y su impacto ambiental.