Los objetivos de las empresas B
Las empresas B otorgan una gestión ambiental y colaboran con la economía circular en sus operaciones y cadena de valor, reduciendo cualquier impacto negativo para poder mantenerse dentro de los límites ecológicos y lograr un impacto positivo.
Las empresas B son parte del cambio necesario que se debe adoptar ante las distintas crisis que atraviesa el mundo actual, desde el cambio climático hasta la escasez de agua o reducción de biodiversidad. En ese sentido, es necesario actuar adoptando modelos empresariales circulares y positivos para el entorno natural.
Solo mediante una profunda transformación es posible estabilizar la biodiversidad y posibilitar una recuperación plena de los ecosistemas naturales para el 2050, tal como fue acordado en el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Es por esto que la gestión ambiental también es esencial para cumplir el Acuerdo de París sobre el clima.
De esta forma, las empresas pueden demostrar esa gestión ambiental generando un impacto dentro de los umbrales ambientales del planeta y fomentando programas naturales resilientes en los que los recursos que se utilizan de forma cíclica.
Es por eso que la extracción de recursos vírgenes se minimiza ya que los recursos no renovables son finitos y son de los que depende el mundo y en los que las empresas, las personas y el medio ambiente pueden prosperar sin dañar los ecosistemas naturales.
El alcance de las empresas B se dirige a personas, comunidades, especies y aspectos del medio ambiente atravesados por las propias operaciones y la cadena de valor de la empresa.
Las certificaciones en las empresas B
Las empresas B se distinguen por la elaboración de informes y la realización de evaluación que analizan la calidad del producto y el proceso de producción. Dentro de este esquema, existen diferentes certificaciones que respaldan los objetivos de este tipo de firmas.
Por ejemplo, existe la certificación de producción y gestión de residuos. En esa documentación la empresa brinda una visión general de su producción de residuos peligrosos y los que no.
Se mide por la cantidad total en toneladas de residuos no peligrosos generados y la cantidad de residuos no peligrosos en peso desviados de la eliminación por otro tipo de uso como la reutilización, reciclaje, entre otros.
El mismo procedimiento se realiza en los residuos no peligrosos eliminados, incluyendo la incineración sin recuperación de energía, disposición en vertederos u otros métodos de eliminación.
En el caso de las empresas que venden productos para el consumo alimentario tienen residuos orgánicos procedentes de la producción de cultivos y se indican por separado.
Luego de esta distinción, la empresa realiza el seguimiento y elabora informes sobre la generación de residuos en al menos el 80% de sus instalaciones.
La finalidad de este trabajo es permitir la medición de la desviación de residuos y la implementación de acciones que sigan la jerarquía de residuos.
Este análisis se combina con otros relacionados, incluyendo la evaluación del impacto ambiental, el sistema ambiental aplicado, la circularidad, la mitigación del impacto ambiental, entre otros.
En caso de que no haya información sobre el destino de los residuos, la empresa asume que los residuos van a parar al vertedero.
Por otro lado, hay empresas que cuentan con una certificación de cero residuos para el total de sus instalaciones.
En ese caso, la empresa adopta una política formal de gestión de residuos y demuestra que al menos el 90% de sus residuos generales se desvían de los vertederos y de la incineración sin recuperación de energía mediante métodos como la reutilización, el reciclaje, el compostaje, la alimentación animal o el biodigestor, y no más del 10% se deriva a la quema con recuperación de energía.
Si el certificado de cero residuos cubre el 80% de sus instalaciones, la empresa tiene que proporcionar datos sobre el seguimiento y la medición de residuos en el 20% restante para verificar que los residuos generados en esas instalaciones son muy bajos en comparación con el total de sus operaciones.
Además, si la inversión en proveedores de la empresa es mayor al 50% con productores agrícolas directos, se incluye en la característica de medición del sector de Agricultura.
En el caso de una empresa que forme parte de una grupo empresarial, este requisito puede cumplirse mediante diferentes acciones a nivel de empresa, unidad de negocio global, mercado geográfico.
En resumen, las empresas B presentan características específicas que las distinguen del resto de las firmas que pueden existir en el mercado. Como se ha descrito, la elaboración de diferentes certificaciones es uno de los rasgos que prevalecen en este tipo de empresas. Con tales procedimientos, estos polos productivos tienen otra llegada al mercado y brindan una mayor confianza al consumidor de sus productos.