Las certificaciones agrícolas como herramienta para aumentar la confianza del consumidor
Las certificaciones agrícolas representan un aval concedido por determinados organismos independientes que validan el cumplimiento de ciertos requisitos específicos vinculados con el producto o servicio que se busca certificar.
Estas certificaciones agrícolas son reconocidas a nivel mundial y presentan diversos aspectos, desde calidad y seguridad hasta responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente.
Dentro de las certificaciones más reconocidas a nivel internacional en diversas industrias se encuentran: el Programa de Certificación de Sistemas de Seguridad Alimentaria (FSSC 22000), el British Retail Consortium, el Safe Quality Food, el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, así como certificaciones relacionadas con lo orgánico, como Organic y Bio, y aquellas que están destinadas a productos puntuales, como Vegan y Gluten Free.
Asimismo, existen las certificaciones enfocadas en la ética y la sostenibilidad, como Leaping Bunny y COSMOS que también son ampliamente reconocidas.
Por otro lado, la Organización Internacional de Normalización (ISO) emite certificaciones que son esenciales en varios sectores industriales.
Cada organismo que emite certificaciones funciona de manera independiente y se destaca por sus objetivos particulares, lo que implica que determinan requisitos puntuales para cada certificación.
De ese modo, obtener una certificación para un producto o servicio puede aportar una serie de beneficios para la empresa y su desarrollo.
¿Cuáles son los pasos para obtener una certificación agrícola?
Si bien cada organismo emisor de certificaciones tiene sus propias reglas, se puede definir un proceso general de cómo se obtiene una certificación.
Dicho procedimiento comienza con la solicitud en el organismo correspondiente de donde se desea obtener la certificación. En esta primera etapa, es necesario brindar toda la información sobre el producto, servicio o proceso que se pretende certificar.
Luego, se lleva a cabo una evaluación inicial para determinar si la empresa es apta para obtener la certificación solicitada.
Una vez finalizada esta etapa, la empresa debe prepararse para cumplir con los requisitos básicos establecidos por la certificación. Si es necesario, se realizan mejoras y cambios en el sistema para poder cumplir con los estándares requeridos.
Si la empresa está lista, se pauta una auditoría con el organismo certificador. Durante esta auditoría exhaustiva, se analizan los procesos y todo lo necesario para chequear que la empresa cumpla con los estándares de la certificación.
Dependiendo de los resultados, el organismo emisor tomará una decisión, entregando la certificación a la empresa si cumple con todos los requisitos, o estableciendo acciones correctivas para que la empresa concrete.
Es importante aclarar que el proceso de certificación no concluye una vez que la empresa obtiene el certificado. Para poder mantenerlo, se tienen que realizar evaluaciones y auditorías de seguimiento y así poder garantizar que la empresa continúe cumpliendo con los estándares propuestos. Esto brinda la seguridad en que la calidad del producto se mantenga en el tiempo.
¿Cuáles son los beneficios de las certificaciones agrícolas?
Uno de los beneficios más significativos radica en el cumplimiento normativo. En muchos países, existen regulaciones que garantizan la seguridad y calidad de los productos y servicios, por lo que contar con una certificación en este sentido puede colaborar con la seguridad en el cumplimiento de dichas normativas.
Además, las certificaciones pueden generar confianza en los consumidores, especialmente en aquellos que buscan características específicas en los productos, como veganos, orgánicos o no testeados en animales.
Expandirse a nuevos mercados también puede requerir certificaciones específicas que aprueben la posibilidad de comercializar en dichos lugares. Obtener estas certificaciones puede facilitar la entrada a nuevos espacios y contribuir al crecimiento internacional de la empresa.
Otro beneficio importante es la ventaja competitiva que brinda una certificación en un mercado saturado. Al confirmar la seguridad y calidad así como los procesos involucrados en su producción, una certificación puede posicionar al producto frente a la competencia.
Además, mediante las certificaciones se pueden reducir riesgos legales, debido a que con dicha documentación se garantiza la calidad y seguridad tanto en los procesos productivos como en el consumo del producto.
Por esto es fundamental poder reconocer que no todas las empresas logran obtener una certificación, ya que algunas no cumplen con los requisitos necesarios.
Las certificaciones más complejas suelen tener tasas de aprobación más bajas, lo que señala la importancia de la preparación adecuada por parte de las empresas solicitantes.
Es necesario recordar que las certificaciones no son permanentes y requieren evaluaciones periódicas para hacer un seguimiento y volver a corroborar que la empresa siga cumpliendo con los requisitos establecidos.
En ese sentido, las auditorías forman parte integral de este proceso, ya que identifican posibles implementaciones correctivas que colaboran con el desarrollo continuo de la empresa y evitan futuras deficiencias.
Ignorar estas correcciones puede dar como resultado la revocación de la certificación por parte del organismo emisor, lo que da cuenta de la importancia de cumplir de manera satisfactoria con todos los requisitos establecidos.
En resumen, las certificaciones cumplen un rol fundamental en el mundo empresarial, teniendo en cuenta que aseguran la calidad, seguridad y el cumplimiento de normas ancladas a los productos y servicios, y proporcionando ventajas competitivas y oportunidades de crecimiento en el mercado.