El papel de la certificación agrícola en la comercialización productiva
La certificación agrícola trae beneficios para el posicionamiento de los productores y las empresas en el mercado local y global, pero también posiciona los productos frente a los consumidores.
¿Por qué es importante la certificación agrícola?
La certificación agrícola otorga:
Garantía de calidad
La certificación es un documento que respalda la calidad de un producto ya que indica que ese producto ha sido sometido a determinadas pruebas y controles. La certificación ISO 9001 otorga el respaldo en los sistemas de gestión de calidad mediante la aplicación de determinadas prácticas en los procesos productivos.
Reducción de riesgos
Los consumidores pueden encontrarse con peligros vinculados a productos de mala calidad o riesgosos para la salid. La certificación reduce estos riesgos mediante la existencia de sellos de aprobación en las etiquetas de los productos. riesgos asociados con productos de mala calidad, peligros para la salud o pérdidas financieras.
Ingreso al Mercado
La certificación promueve el acceso al mercado. En muchos países, hay certificaciones concretas para la importación de determinados productos y sin una certificación, las empresas pueden encontrarse con barreras para comercializar.
Confianza del consumidor
Generalmente cuando el consumidor ve el sello de aprobación en una etiqueta, se siente más seguro para comprarlo y consumirlo. También, la certificación le brinda un cierto conocimiento al consumidor sobre el producto en el que va a invertir. En ese sentido y con esta información, el consumidor puede tomar decisiones alineadas con sus valores y ética.
Esto a su vez refleja la seguridad y el compromiso de producción de las empresas. Asimismo, las etiquetas señalan que los productos orgánicos cumplen con ciertas estrategias de producción sostenible. Por ejemplo, cuando el producto tiene una etiqueta GOTS (Estándar Mundial de Textiles Orgánicos) en la ropa, el consumidor sabe que esa prenda no tiene productos químicos dañinos en su proceso de producción.
Mayor competencia
Los productos que cuentan con una certificación presentan una ventaja competitiva en el mercado, debido a que los consumidores suelen elegir alimentos certificados.
Legalidad
La certificación promueve el cumplimiento de normas legales dispuestas por las políticas de cada región. El incumplimiento puede provocar multas o repercusiones legales.
Transparencia
La certificación fomenta la transparencia, mediante la proporción de información que puede ser verificada. Los consumidores pueden conocer el origen, los ingredientes y las estrategias de producción de lo que consumen. Asimismo, la certificación de Comercio Justo colabora con la presencia de salarios justos y prácticas éticas en las cadenas de suministro mundiales. Por ejemplo, la certificación Rainforest Alliance para el café implica que su proceso productivo estuvo integrado de buenas prácticas incluidos salarios justos para sus agricultores. Es así que un apasionado por el café puede disfrutar de su producto sabiendo que también está contribuyendo con el bienestar de los productores y de sus comunidades.
Mayor seguridad
Las certificaciones reflejan las medidas sanitarias y los procesos sanitarios utilizados para producir un determinado producto. Por ejemplo, etiqueta ENERGY STAR garantiza el buen uso de la energía, reduciendo los costos económicos y los daños del medio ambiente.
Principios éticos
Las certificaciones como B Corp señalan prácticas comerciales éticas. Últimamente, los consumidores apoyan cada vez más empresas con estas características. Por ejemplo, el estado de Empresa B de Patagonia, demuestra a los compradores que el producto es fabricado con procesos conscientes con el medio ambiente.
Reputación
Un certificado colabora con la reputación de una marca y, por ende, de un producto. Las distintas industrias destinan parte de sus ingresos a la realización de certificaciones que los diferencien de otros productos competitivos en el mercado.
Certificaciones a grandes escalas
Las certificaciones no se realizan solamente sobre productos individuales, sino que se gestionan en grandes cadenas de suministros. Por lo general, las empresas buscan certificaciones para toda su cadena. Por ejemplo, la certificación FSC (Forest Stewardship Council) garantiza un abastecimiento de madera sostenible.
Además, las certificaciones no solo alcanzan bienes tangibles. Los servicios también son certificados. La certificación ISO 27001, para la gestión de la seguridad de la información es fundamental para los proveedores de servicios.
En la actualidad, con el surgimiento de nuevas tecnologías van apareciendo nuevas certificaciones. Por ejemplo, la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) se centra en prácticas de construcción sostenibles.
En resumen, la generación de certificados no es un simple trámite burocrático, sino que posibilita el acceso a un mayor conocimiento del producto y otorga una conexión entre el productor y el consumidor fomentando los lazos de confianza y reduciendo los riesgos. A medida que las empresas le sigan dando lugar a la certificación, la confianza del consumidor seguirá estando en el centro de este vínculo.