Los expertos señalan los cuidados que requiere el cultivo de pepino

Son varias las investigaciones que reúnen las condiciones que necesitan los cultivos de pepino para conseguir frutos de calidad que puedan ser ofrecidos en los mercados. 

La Fundación de Desarrollo Agrícola (FDA) da cuenta de que el surgimiento de una de las variedades de pepino, denominada Cucumis sativus, surgió en las regiones tropicales de Asia hace más de 2.500 años. 

Según los expertos, ésta es una de las variedades más consumidas en diferentes regiones del mundo, como México y Estados Unidos. En territorios como Costa Rica, este cultivo alcanzó hace algunos años alrededor de 50 hectáreas sembradas. 

El pepino, al igual que otros cultivos como el melón, son plantas rastreras que necesitan una contención especial para no estar en contacto permanente con el suelo y sufrir consecuencias. 

El pepino es una planta que se adapta a diferentes climas,  si bien crece mejor en ambientes cálidos y que no tengan temperaturas frías o extremas, la adopción de estructuras como los invernaderos, permiten que el cultivo se pueda realizar en otras épocas del año. 

La cantidad de luz y ventilación, convierte a los invernaderos en espacios óptimos para que el pepino se pueda desarrollar y los frutos sean rentables. Así como también, la producción evita los daños que puede generar el viento o los fenómenos climáticos severos. 

El pepino se puede cultivar en una variedad de suelos, que van desde los arenosos hasta aquellos que son más arcillosos. Lo conveniente es que la plantación tenga la profundidad adecuada para que se facilite la retención y la captación de agua y humedad, ya que los pepinos no crecen en terrenos inundados. 

Los cultivos pueden servir para el consumo fresco por su tamaño y color, con tonos que van desde el verde oscuro hasta el amarillento y los pepinillos, que son utilizados para el consumo en conservas. 

Hay tres tipos de variedades que distinguen a los pepinos, los pepinos cortos y pepinillos tipo español, los pepinos medio largos tipo francés y los pepinos largos tipo holandés. La principal característica que los diferencian es el tamaño, las espinas y el tipo de floración de las plantas. 

La protección del cultivo de pepino y otras plantaciones, puede prevenir que sufran las consecuencias de fenómenos climáticos y otros elementos externos. El objetivo es conservar los niveles de rendimiento, de forma que en los ambientes protegidos y en los que no, se puedan cosechar pepinos de calidad, con buen tamaño y sabor.  

Si hay mencionar un ambiente protegido, los invernaderos entran dentro de las opciones. Este sistema se comenzó a desarrollar en la década del ‘80 con una incidencia favorable en el control de plagas y enfermedades.

Los productores que sostienen la tecnología recurrieron a estos mecanismos junto a otras prácticas que logran que las plantas se puedan desarrollar en tiempo y forma. Crecer en un ambiente protegido es mucho más que solo dar cobertura, es conveniente que el productor conozca las especies de plantas y pueda cubrir las necesidades que exigen según la variedad. 

Las bondades que ofrece el invernadero han sido aprovechadas para conseguir las mejores condiciones para el desarrollo de las plantas de pepino. La efectividad de este mecanismo está relacionada con la gestión que se haga del mismo y de los elementos que forman parte de una producción. 

Factores como la temperatura y la humedad relativa son elementos básicos dentro del sistema para conseguir un buen desempeño del cultivo. El aumento en los rendimientos y la calidad de los productos, puede estar dada por las decisiones que se tomen en base a estos elementos. 

Dentro de los invernaderos se puede conseguir una producción fuera de época, como así también, conseguir la cosecha de los cultivos antes de lo previsto. El uso eficiente del agua y de fertilizantes permite reducir o prolongar el ciclo de producción y controlar las plagas o enfermedades que pueden dañar a las plantas. 

Las plantas reciben las condiciones ambientales y nutricionales que colaboran con el crecimiento de las plantas de pepino, que no siempre se consigue en las producciones al aire libre o por lo menos no con la misma facilidad. 

El insumo de Agro Sustentable para controlar las plagas 

Para poder enfrentar los efectos o daños que pueden generar algunas plagas o enfermedades en el cultivo de pepino, Agro Sustentable ofrece BIOINSECT, un insecticida orgánico que contribuye con este objetivo. 

Con su aplicación, BIOINSECT reduce la presencia de insectos o ácaros que pueden perjudicar o pausar el crecimiento de la planta. La dosis de aplicación va a depender de la situación de cada producción y de las condiciones que presenten los cultivos. La frecuencia también, pero puede variar entre 7 a 20 días, dependiendo de la gravedad de la situación. 

El punto a favor que recibe el insumo de Agro Sustentable es que cuenta con su respectiva certificación, lo que respalda que es un producto que no tiene ingredientes contaminantes o químicos. 

La elección de este tipo de bioinsumos es ideal para aquellos productores conscientes que buscan transformar sus producciones en proyectos amigables con el ambiente. 

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