La certificación forestal es una herramienta voluntaria que se sustenta de la existencia de productores forestales dentro del mercado, brindándoles competitividad y sostenibilidad.
La certificación forestal cuenta con dos mecanismos de gestión que pueden estar relacionados entre sí.
Por un lado, la certificación que respalda la gestión forestal de un modo sostenible y que garantiza que los bosques sean tratados en base a esquemas y controles estrictos para preservar los aspectos ambientales, económicos y sociales.
Por otro lado está la certificación que acompaña el seguimiento de los productos forestales obtenidos a partir de fuentes y recursos sostenibles. Esta documentación está desde el origen hasta el resultado del producto final. De alguna manera deja en claro que cada etapa de la producción es controlada mediante auditorías que permiten evaluar que no se apliquen otras fuentes productivas que no sean las sostenibles.
Estos documentos son esenciales para:
- Alentar a que exista una gestión de los bosques sostenible.
- Permitir que los productores del sector puedan visibilizar que sus prácticas son legales y están validadas.
- Potenciar el rol de los consumidores y empresas del sector. De esta forma, los productos sostenibles pueden ser cada vez más elegidos, incrementando las fuentes laborales del rubro y generando iniciativas para que más productores trabajen para conseguir esta certificación.
Cada vez con más frecuencia, la certificación forestal es exigida para ingresar a los mercados, permitiendo el acceso a los mejores . Asimismo los elementos forestales son controlados en las regulaciones de adquisiciones.
Las certificaciones forestales cuentan con aquellos estándares que colaboran con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De esta forma, estos lineamientos acompañan el proceso y permiten que se puedan lograr avances significativos y una mayor efectividad comercial.
Programa de certificación colectiva. qué es y para qué sirve
El mecanismo de certificación en grupo está destinado a aquellos pequeños y medianos productores. De esta manera, las Pymes pertenecientes a la industria forestal pueden acceder y obtener una certificación que respalde sus prácticas productivas. En ese sentido, la certificación colectiva es una alternativa para reducir los gastos que implica este trámite y colaborar con la posibilidad de que los emprendedores puedan comercializar a un nivel más alto.
Para tratar este reto comercial, el programa de Sustentabilidad y Competitividad correspondiente al sector forestal presentó esta modalidad que se lleva a cabo mediante un acuerdo firmado con el Sistema Certificación Forestal de Argentina.
Esta propuesta fue pensada y diseñada con la finalidad de contribuir con los pequeños, medianos productores y aquellas compañías de la industria para que puedan completar los requisitos formales y obtener la certificación.
Con dicha documentación, las empresas pueden validar sus procesos, mejorar su imagen y ganar una mayor confianza en el público consumidor y dentro del mercado competitivo. Asimismo, certificar sus actividades forestales a través de la certificación grupal, les da la posibilidad de sumarse a cadenas de valor ya certificadas y acceder a otros espacios de comercialización.
Los pasos esenciales para obtener la certificación forestal
Al igual que ocurre en otras certificaciones, la forestal exige una serie de requisitos que deben ser respetados:
Un análisis previo: consiste en realizar una evaluación al iniciar las acciones de gestión forestal.
Realizar una auditoría: es una instancia que va a permitir tener un examen detallado realizado por terceras personas o auditores.
Corrección de datos: se trata de adecuar aquella información incorrecta o errónea y generar un documento sólido y transparente sobre las prácticas realizadas.
Obtener el certificado: es la etapa donde se realiza la entrega formal del documento.
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Auditorías periódicas: una vez alcanzada la certificación, se realizan controles anuales para controlar que se mantengan o mejoren las acciones forestales presentadas.
En definitiva, estas etapas persiguen un único objetivo que es el de garantizar que los bosques certificados conservan altos niveles de sostenibilidad y que esta característica se mantenga en el tiempo.
Los retos para implementar la certificación forestal
Más allá de sus ventajas, llevar al terreno práctico la certificación comprende una serie de desafíos:
-Inversión inicial para obtener la certificación. Costos iniciales de certificación
-Requisitos complejos. Complejidad de los estándares
-Limitaciones en los pequeños productores para acceder a la certificación.
-Subjetividad al momento de analizar los datos obtenidos.
Ante este escenario, se han planteado algunas alternativas:
-Proyectos de acompañamiento económico para pequeños emprendedores.
-Hacer más sencillos los mecanismos requeridos para la gestión forestal.
-Promover la capacitación y respaldo técnico.
-Equilibrar los estándares a nivel global.
Estas propuestas tratan de hallar el camino para que las certificaciones resulten menos engorrosas y sean más accesibles a todos los sectores de la sociedad y concretamente de la industria forestal.