Mujer joven rellenando una bolsa de papel en una tienda de productos orgánicos, con una expresión de satisfacción y compromiso ambiental.

El papel de las empresas sustentables en la transformación agrícola

Las empresas que tienen un efecto positivo en el espacio natural están ganando terreno dentro del mercado competitivo. Agro Sustentable es uno de los ejemplos argentinos. La compañía está enfocada en desarrollar acciones y productos que favorezcan y protejan el medio ambiente. 

Mujer joven rellenando una bolsa de papel en una tienda de productos orgánicos, con una expresión de satisfacción y compromiso ambiental.

Los referentes de las empresas B, coinciden en la necesidad de generar entornos naturales para conseguir progresos económicos y atender aquellas cuestiones que necesitan mejoras. En este camino, Argentina está trabajando en una regulación para disponer de una entidad que permita  pueda reconocer a este tipo de compañías y/o emprendimientos que cuentan con determinados propósitos sociales y ambientales.

Las empresas B tienen características particulares que las distinguen del resto de las firmas. Este tipo de compañías diseñan sus propias políticas y líneas de acción, pero todas coinciden en desarrollar actividades que protejan el medio ambiente. 

El principio básico del movimiento B es que se enfoca en un tipo de economía centrado en la inclusión e integración de personas y el cuidado de los recursos naturales. 

Actualmente, en Argentina todavía no existe una regulación ni una normativa legal para que las empresas puedan sumar esta tipificación empresarial. 

Es decir, las empresas necesitan una red de apoyo e inversión para conseguir un desarrollo efectivo, teniendo en cuenta la preferencias de consumidores y proveedores. 

También se necesitan de políticas gubernamentales que permitan una mayor regulación para que estas empresas se puedan desarrollar y desenvolver dentro del mercado. 

Muchos referentes apuntan a que la falta de una ley en Argentina se debe a que no identificó un proyecto integral que tenga en cuenta los aspectos ambientales y sociales para generar valor económico en el mercado. 

La propuesta apuesta a ampliar las alternativas en relación a la forma de organización que tienen las empresas. Se trata de conseguir una mayor claridad legal y de poder obtener un propósito común que se plasme en el proceso de producción con un mayor compromiso. 

En relación a la documentación legal y la certificación B, hay una organización mundial denominada B Lab que se encarga de certificar. Después existe el Sistema B que  acompaña a las empresas que optan por este modelo productivo.  

Desde que comenzó a funcionar, en muchas regiones se pueden resolver problemas colectivos, sociales, ambientales, dando lugar a nuevos proyectos comerciales y empresariales. 

Hoy en día, hay más de 9 mil empresas B donde lo importante es generar estrategias que permitan generar acciones que promuevan una mayor competitividad en la búsqueda de soluciones. 

Cuando se trata de los intereses de una empresa no se puede engañar al público ya que los procesos productivos y las políticas de una compañía se van a ver reflejadas en el modelo elegido para desarrollarse y crecer.

Las empresas B surgieron en el año 2006 y desde ese momento, hay un recorrido repleto de experiencias. En ese sentido, hay quienes opinan desde afuera que se busca encontrar algún aspecto que le brinde malas referencias a este tipo de compañías.

B Lab es una entidad privada que apunta a transitar la excelencia y en el que en breve se implementarán mecanismos más estrictos. Considerar o hablar mal de estas empresas es una posibilidad humana, ya que hay muchos intereses sociales que buscan esconder lo poco conocido o no seguir brindando información sobre el tema, pero esto nunca se logra al 100%. Por el contrario, actualmente hay un mecanismo que se enfoca en aportar la mayor cantidad de datos posibles para generar una relación de transparencia entre el consumidor y el mercado.   

A lo largo de los años, hay casos de empresas que han sido expulsadas o a las cuales se les ha quitado su certificación B. Pero hay otras entidades que no generan canciones morales ni califican a las empresas, sino que trabajan en construir lazos de confianza para cambiar la situación. Pero si alguien no cumple con los principios de las empresas B, se retira la certificación. 

Las compañías conocen de antemano que tienen que pasar por instancias de control y auditorías, como así también están expuestos a ser denunciados por personas ajenas a la firma.  Por eso, la empresa que solo busca el sello no termina obteniendo buenos resultados ya que resulta muy riesgoso. El sistema B está muy bien planificado para que se reduzca al máximo el interés de aquellos que solo buscan el sello. Se trata de tomar una nueva identidad para competir en el mercado con la generación de nuevas estrategias y soluciones para los distintos públicos de interés. 

Son varias las empresas que están optando por este modelo de desarrollo, adaptándose a las exigencias que impone el sistema como así también, a las nuevas demandas de los consumidores actuales. 

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