La tecnología ha irrumpido en el campo y pasó de ser una novedad a convertirse en una necesidad para encarar los proyectos productivos.
Son cada vez más los productores que se interiorizan por nuevas tecnologías que pueden colaborar con el crecimiento y desarrollo de los cultivos, como así también, con las tareas agrícolas.
La economía del tiempo y la efectividad en las acciones productivas pueden estar guiadas por el uso de equipos que hagan más sencillos los procesos. El agricultor puede estar conectado con su campo y conocer el estado real de sus campos y cultivos.

Drones con IA, la tecnología de Agro Sustentable para aplicar bioinsumos
Agro Sustentable es una empresa abocada a la investigación y producción de insumos naturales para el campo. Más allá de estos proyectos, la compañía quiso seguir avanzando en el camino de la sustentabilidad y encontró a la tecnología como una gran aliada de los procesos agrícolas.
Para conseguir una distribución uniforme de los insumos que produce, Agro Sustentable prueba el uso de drones agrícolas que cuentan con una app con IA. Esta herramienta permite que el productor pueda tener un control y hacer un seguimiento sobre las condiciones de su producción.
Al conocer cuáles son las áreas críticas o los cultivos más necesitados, el agricultor puede apuntar la aplicación de los bioinsumos y no perder tiempo o derrochar productos en zonas que no lo requieren.
Mientras estos equipos se prueban junto a productores de Misiones, la empresa sostiene que el futuro de la agricultura está en el uso y la aplicación de bioinsumos como de tecnologías, por eso no quita la posibilidad de extender su uso a otras regiones.
Al igual que con sus productos, Agro Sustentable pretende llegar a la mayor cantidad de productores con aquellas alternativas productivas que son amigables con la salud ambiental y que promueven el bienestar social también.
Las prácticas productivas en el cultivo de pepino
El cultivo de pepino requiere de ciertos factores a tener en cuenta. La temperatura, la calidad del suelo, la variedad de plantación, son algunos de los elementos que entra en juego.
Conseguir pepinos de calidad, es decir con un buen tamaño y sabor son los atributos que permiten que éstos cultivos accedan a los mercados y puedan ser elegidos por los consumidores.
En Argentina, el pepino suele estar destinado a la preparación de ensaladas, en postres o en tragos de coctelería. También tiene algunos usos en cosméticos o productos descongestivos.
El cultivo forzado
El pepino pertenece a uno de los cultivos forzado que se da en las regiones argentinas. Este tipo de mecanismo productivo requiere la producción en quintas cercanas a centros de consumo.
Más allá de que la mayoría de los cultivos se llevan adelante en los campos, existen otras alternativas que permiten la instalación de estructuras para encarar la producción en otros espacios que no sean los convencionales.
La necesidad de adecuar las instalaciones para conseguir altos rendimiento, ha logrado que se cultiven pepinos de forma vertical, con ayuda de mallas plásticas para dirigir el crecimiento de las plantas.
El cultivo forzado tiene como finalidad conseguir una buena calidad en el producto final, aumentando su rendimiento y dando la posibilidad de que contenga todos los procesos de mantenimiento necesarios, como la poda de hojas, para poder realizar la cosecha.
Ayudado por un sistema de riego de precisión, este sistema logra un alto rendimiento del cultivo. El uso de estos materiales comprende un manejo más cuidadoso de la planta. El cultivo de pepino necesita de un alto porcentaje de humedad y una temperatura agradable para alentar su crecimiento y desarrollo.
Al elegir otros mecanismos de producción, que no son necesariamente a cielo abierto, se debe prestar especial atención a los sistemas de ventilación del lugar, por ejemplo en la implementación de invernaderos.
Los cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche pueden perjudicar a la planta, como así también, la humedad relativa. Estos desequilibrios fomentan la aparición de plagas y enfermedades, dando lugar a pérdidas productivas.
Hay quienes deciden empezar el cultivo al aire libre y luego trasplantar el cultivo a un espacio cerrado. Los invernaderos bien controlados tienen algunas bondades como la prevención de daños provocados por fenómenos climáticos extremos.
La cosecha del pepino se puede realizar una vez que los frutos consiguieron su tamaño adecuado, para conseguirlo el productor debe hacer un control diario, eliminando los brotes laterales que van creciendo en el tallo principal.
Especialistas consideran que los invernaderos pueden ser una buena opción para plantas sensibles y que requieren especial cuidado como son los pepinos. El factor negativo si se quiere, es que estas estructuras requieren de una importante inversión inicial que muchas veces para los pequeños productores es casi imposible de conseguir.