Agro Sustentable se dedica a investigar para luego producir insumos que no contengan ingredientes químicos y que sirvan para conseguir una planta de pepino más sana y fuerte.
La empresa hace más de diez años trabaja con agricultores de Argentina, acompañándolos a que consigan que sus producciones sean efectivas y que puedan ofrecer alimentos de calidad en el mercado.
Los insumos que ofrecen sirven para cubrir los nutrientes que la planta necesita y que de otra forma no puede conseguir y, para controlar las plagas o enfermedades que pueden afectar su desarrollo.
BIOFERT GTG X es un fertilizante que contiene una cantidad de nutrientes que sirven y ayudan a que la planta pueda crecer correctamente. BIOINSECT, por su parte, sirve para controlar o terminar con aquellas pestes que dañan al cultivo.
Con la elección de estos productos, el agricultor se asegura de que la planta pueda crecer y por ende, puede ofrecer un pepino de buen tamaño, color y sabor.
Así como el uso de estos productos naturales, hay otros factores que también inciden y que el productor debe saber manejar para obtener buenos resultados.
Tal es el caso del terreno que se elige para ser sembrado. Para el cultivo de pepino, el espacio debe ser llano y no contar con desniveles. Así como también es preferible que se elijan suelos de tierra más negra, ya que se estima que son más fértiles y tienen más elementos orgánicos, permitiendo una mejor capacitación de agua y humedad.
El campo seleccionado no debe tener malezas y ni pastos demasiado altos, debe tener un buen porcentaje de humedad, se recomienda que hayan pasado por tres lluvias antes de plantar la semilla. A medida que la planta va creciendo, es muy importante que no le falte ni le sobre agua. Los pepinos no crecen en terrenos con mucha agua, pero tampoco les puede faltar, por eso es aconsejable tener un buen mecanismo de riego que garantice la presencia del recurso.
Una vez elegida la hectárea, antes de sembrar hay que analizar si hay presencia de plagas en la zona. Si hay bichos o elementos que puedan entorpecer el crecimiento de la planta es mejor saberlo antes y tratarlo con insecticidas.
Esta evaluación se realiza ubicando 5 hoyos con 15 cm de profundidad repartidos en el área elegida. Si el productor encuentra una o más plagas se deben de tomar medidas de control, como por ejemplo la aplicación de BIOINSECT de Agro Sustentable.
Al momento de plantar las semillas, se pueden elegir diferentes mecanismos. Una forma puede ser plantarla directamente en la tierra y después, cuando la planta crece, hacer el trasplante a otro lugar.
Para este tipo de mecanismo, se necesitan en promedio 20 mil semillas en una manzana, plantando 2 semillas a una distancia de 1.5 metros entre las calles y a medio metro entre las plantas. Este método se utiliza más que nada en pequeñas áreas.
Luego, para el trasplante se usan bandejas que pueden contener hasta 10 mil semillas. A los 8-10 días después de realizar el trasplante, se deberían obtener casi 10 mil plantas por manzana.
Antes de la siembra, el productor puede realizar una prueba de germinación para asegurarse: si de 100 semillas nacen 85, se puede asegurar que la siembra va a ser efectiva.
Dijimos que el terreno tiene que estar limpio y no contener malezas. Para controlar su presencia hay que tener en cuenta la época del año en la que se cultiva el pepino. En época seca, el manejo de malezas es más fácil y se reduce a dos o tres controles manuales, usando machete o alguna otra herramienta de corte.
El cultivo tiene que estar limpio y sin la presencia de plagas, para que pueda crecer en un buen espacio y que nada dañe el fruto. Así como el productor puede hacer una prueba de germinación en torno a sus semillas, también puede hacer una prueba para conocer la fertilidad del suelo que eligió.
Si el terreno no contiene los nutrientes necesarios, las faltas se pueden corregir con BIOFERT GTG X. El pepino es una planta que necesita nitrógeno y potasio. El productor lo puede aplicar al momento de la siembra, destinando 2 quintales de completo por manzana. Luego, a los 15 o 20 días después de la siembra 2 quintales de Urea. Y, al momento de la floración, 2 a 3 quintales de potasio para conseguir pepinos de buena calidad.
Esta forma de distribuir los nutrientes, se puede complementar también con otros productos que sirven para reactivar la planta y que crezca en las mejores condiciones.
Una vez que el pepino está listo para ser cosechado, el productor se tendrá que encargar de su distribución, cuidado que no se golpeen para que no se lastimen y lleguen buenos frutos a los ojos del consumidor.