¿Qué factores inciden en la exportación agrícola?

Dentro de la producción agrícola hay diversos aspectos a tener en cuenta para lograr resultados rentables y efectivos. Esto también repercute en otros procesos de comercialización tales como las exportaciones. 

En relación a los factores de la producción y exportación agrícola, la motivación de los empleados es un factor clave, que influye directamente en la productividad y el compromiso de los trabajadores. 

Para crear un buen contexto laboral, se pueden aplicar diversas estrategias tales como el reconocimiento del trabajo bien hecho, incentivos económicos, planes de carrera y/o beneficios.

Es esencial brindar un contexto de trabajo agradable, oportunidades de desarrollo profesional y ventajas que mantengan al personal motivado y comprometido con la actividad, evitando la rotación laboral.

La gestión de los recursos humanos en el campo es una actividad fundamental para garantizar el éxito de la producción agrícola. 

En ese sentido, la contratación, formación, desarrollo, motivación, retención y evaluación del rendimiento de los empleados son aspectos claves para generar un entorno de trabajo saludable y eficaz, además de contribuir a la mejora continua de los procesos del campo.

En relación a las cuestiones de la actividad diaria, si se evalúan las aplicaciones de fitosanitarios en términos de la cantidad de recursos económicos que se ponen en juego y se midiera la cantidad de dinero que sale por cada pico de la pulverizadora por minuto, es mucho más económico para el productor trabajar con un aplicador responsable.

De este modo, la persona tomará las decisiones correctas al momento de realizar su trabajo y por lo tanto, obtendrá una pulverización exitosa en términos de su resultado técnico y económico. 

Lo mismo se puede aplicar en una siembra bien o mal realizada o una cosecha con altas pérdidas de granos.

Los costos fijos y variables de la producción agrícola

Uno de los puntos de la gestión rural consiste en comprender cuáles son los tipos de costos y saber cómo poder gestionarlos. Esto permitirá llevar a cabo una planificación completa del cultivo y evitar imprevistos.

Tales inversiones pueden dividirse en dos categorías, los costos fijos y los costos variables. Ambos influyen directamente en los recursos disponibles para el trabajo diario en el campo.

-Costos fijos

Son aquellos que no varían en función del cultivo y deben pagarse independientemente del volumen de productividad en cada cosecha. 

Dentro de estos costos hay que tener en cuenta que, si los gastos son demasiado elevados, el cultivo puede no ser rentable, aunque el volumen sea exitoso.

Entre los gastos fijos se pueden incluir, por ejemplo, sueldos y cargas laborales de los empleados fijos de la explotación; mantenimiento y reparaciones de equipos e instalaciones; seguros e impuestos sobre la propiedad; servicios contables y jurídicos, y gastos administrativos y de oficina.

-Costos variables

Los costos variables son los que cambian en función del volumen de producción. En ese sentido, están directamente relacionados con la gestión del campo y aumentan o disminuyen en función de la cantidad producida.

Estas inversiones son importantes para determinar el precio de venta, debido a que influyen en el costo total de cada cosecha.

Asimismo, al igual que los costos fijos, su reducción puede incrementar la rentabilidad de la producción agrícola y hacerla más competitiva en el mercado. 

Algunos ejemplos de costos variables son: semillas, fertilizantes, fitosanitarios, electricidad, agua, alquiler de maquinaria.

Gestionar los costos fijos y variables en la producción agrícola es importante para determinar el precio de venta de lo que se genera. De esa manera, conociendo cuáles son los costos fijos y variables, es posible determinar el punto de equilibrio, es decir, la cantidad que se debe producir para cubrir los costos totales y obtener beneficios.

Es importante entender la diferencia entre costos fijos y variables y gestionarlos de forma correcta para determinar el precio de venta de los productos agrícolas, identificar el punto de equilibrio en la gestión del cultivo y aplicar mecanismos de reducción de costos para garantizar una gestión sostenible de los cultivos.

Tomar dimensión de la maquinaria agrícola y definir las hectáreas

Otro punto importante es el dimensionamiento de la maquinaria agrícola, ya que permite a los agricultores evaluar y elegir las máquinas más adecuadas para cada fase del cultivo.

Esta planificación implica la selección de la maquinaria, teniendo en cuenta las propiedades de cada cultivo, el tamaño de la superficie cultivada y la capacidad de producción deseada.

En resumen, estos son algunos de los aspectos que debe tener en cuenta el productor para llevar a cabo una producción rentable y, de esa forma, poder gestionar procesos de comercialización como las exportaciones.