La exportación de productos agrícolas: el caso de Chile
Hay cuatro factores que alcanzan a toda la economía: gobernanza, educación, infraestructura y política comercial y que están estrechamente vinculados con una mayor variedad de las exportaciones de todos los países.
En ese sentido, Chile es el mayor productor de cobre del mundo y satisface alrededor de un tercio de la demanda internacional. Tales esos envíos representan aproximadamente la mitad de sus exportaciones de bienes.
De todos modos, más allá de la industria minera, los flujos comerciales de Chile son más variados y complejos de lo que parecen. Existen significativas exportaciones de vehículos, productos farmacéuticos y equipos de telecomunicaciones.
Ante este contexto, existen diferentes políticas que contribuyen a potenciar la diversidad de las exportaciones más que las políticas industriales centralizadas.
Hay un análisis preparado por el personal técnico del FMI que propone nuevas maneras de medir la diversidad y la complejidad de las exportaciones nacionales y plantea cómo se pueden ampliar esas variedades y las políticas que abarcan toda la economía.
Los economistas las conocen como políticas horizontales, ya que pueden aplicarse de manera amplia a todo un país, en vez de centrarse en determinados sectores.
Dicho enfoque también contempla la proximidad geográfica de una economía a sus socios comerciales y cómo afecta este factor a las exportaciones.
Este enfoque les ofrece a las autoridades lecciones para poder respaldar mejor un comercio exterior, un objetivo común en las economías emergentes y en desarrollo porque está vinculado a una menor volatilidad de la producción económica y una expansión acelerada a futuro.
Cuatro factores esenciales
Hay cuatro variables que alcanzan a toda la economía y que contribuyen a respaldar las exportaciones: gobernanza, educación, infraestructura y apertura del comercio exterior.
Los avances en esos ámbitos colaboran con la diversificación, ya que crean condiciones que posibilitan estimular una exportación compleja o de mayor valor agregado.
Esto demuestra cómo las políticas que afectan a toda la economía explican efectivamente la diversificación y pone en duda la creencia de que las políticas industriales que apuntalan determinados sectores son la mejor manera de ampliar el comercio internacional.
La influencia de las buenas políticas en las exportaciones
Aquellos gobiernos que aspiran a tener flujos comerciales más variados, el enfoque utilizado para explicar la diversificación resalta la necesidad de achicar la distancia geográfica realzando la conectividad entre naciones.
Mejorar la logística del transporte, en los puertos marítimos por ejemplo, disminuye la distancia al reducir el tiempo de viaje de los bienes.
Otras políticas consisten en:
- Flexibilizar las barreras comerciales.
- Mejorar la facilitación del comercio.
- Alentar la difusión de tecnologías mediante programas de intercambio educativo.
- Aumentar la inversión en tecnologías de comunicaciones que apunten a la economía digital.
Potenciar las políticas horizontales puede parecer difícil, especialmente para países con ingresos más bajos. De todos modos, son varios los países que contienen políticas mucho más sólidas de lo que se espera, teniendo en cuenta su nivel de ingresos. Por ejemplo, Rwanda en términos de gobernanza; Georgia y Ucrania en términos de logro educativo; Malasia, en términos de infraestructura; y Perú en términos de aranceles. Estas economías pueden servir de modelos.
Sin dudas, esto no niega la posible efectividad de un respaldo más centrado en determinados sectores. Sin embargo, las aristas de la política industrial pueden resultar menos eficaces, o incluso negativas.
Entre los posibles problemas se puede mencionar una capacidad fiscal disminuida, una carrera destructiva en el ámbito de la tributación y una erosión del multilateralismo. Su eficacia tampoco está comprobada a nivel estadístico y multinacional.
De todos modos, la diversidad de estrategias creadas en torno a una conectividad y políticas más amplias, son menos polémicas y más propicias desde el punto de vista de la diversificación y la complejidad de las exportaciones.
Los elementos mencionados pueden servir de ejemplos para conocer el escenario de cada país o región ante la posibilidad de fomentar y aumentar la comercialización a otros países y, al mismo tiempo, acrecentar su capacidad económica.