El mercado orgánico de Estados Unidos para exportadores argentinos
El aumento del mercado orgánico en los últimos años ha posicionado a los productos orgánicos en lo más alto de la demanda global. Estados Unidos, en particular, ha surgido como uno de los líderes a nivel mundial.
En relación a los avances destacados en el mercado orgánico de Estados Unidos, la producción argentina y las oportunidades de exportación presentan rasgos distintivos.
La estrategia del mercado estadounidense en la producción orgánica
El mercado estadounidense de alimentos orgánicos presenta características atractivas para aquellas empresas extranjeras productoras y comercializadoras de este tipo de productos.
En relación al aspecto atractivo, en primer lugar, Estados Unidos ocupa el segundo lugar a nivel mundial en la importación de alimentos, representando el 20% de su consumo interno total de productos orgánicos.
Tal demanda se intensifica, puntualmente, en productos como el aceite de oliva el cual es importado en un 98% y las frutas frescas, importadas en un 94%. Este fenómeno ha experimentado un incremento significativo del 80% en la última década.
Datos alentadores destacan un crecimiento futuro de los exportadores argentinos concentrado en distintos alimentos que Argentina produce y exporta.
Dentro de los factores que miden el crecimiento, la dependencia de las importaciones, factores demográficos como la influencia de la generación del milenio y los cambios post-pandémicos hacia un consumo más consciente, impulsan el aumento del mercado orgánico.
La accesibilidad en comercios y el estallido del comercio electrónico contribuyen todavía más a este crecimiento sostenido.
Según las estadísticas, Argentina se ha destacado como el cuarto país exportador de productos orgánicos a Estados Unidos, con exportaciones que generaron USD 127.444 millones y un incremento del 8.54% en 2022, en comparación con el año anterior.
De acuerdo a determinados datos, entre los productos exportados a Estados Unidos desde Argentina se encuentran los porotos de soja, el azúcar de caña, los arándanos, el arroz y el ajo.
Entre 2021 y 2022, se destaca especialmente un notable aumento del 110% en la exportación de limones orgánicos.
La historia de la producción orgánica en Argentina
La producción agrícola orgánica de Argentina tiene una historia relativamente breve. Los orígenes del sector pueden centrarse en el año 1985 cuando se creó el Canecos (Centro de Estudios de Cultivos Orgánicos).
En 1987, se estimaba que no había más que cinco agricultores dedicados a la producción orgánica. Estos precursores empezaron con la producción de manera sostenible por iniciativa propia, sin la orientación y el apoyo del Gobierno. En ese momento, era una época en la que no existía una legislación nacional ni certificadoras orgánicas.
En los años noventa muchas cosas cambiaron y el sector orgánico argentino se hizo más profesional.
En el Segundo Congreso de la Federación Internacional de los Movimientos de Agricultura Biológica (IFOAM), celebrado en Viena en 1990, dos argentinos que estaban presentes advirtieron la preocupación general por la escasez de la oferta mundial de una amplia variedad de productos orgánicos.
Dicha observación sirvió de aliciente para que los productores argentinos dejen la producción agropecuaria convencional y comiencen a producir con métodos orgánicos para satisfacer la demanda mundial.
En Argentina, el paso de la agricultura convencional a la producción orgánica no tiene mayores dificultades debido a las condiciones físicas del país.
La extensión y fertilidad natural de los suelos, la gran cantidad de tierras vírgenes y el escaso empleo de insumos químicos en las prácticas agrícolas convencionales permiten que los agricultores pasen a la producción orgánica sin la necesidad de realizar importantes ajustes a sus métodos de explotación.
Asimismo, los diferentes climas en el país y la baja presión de plagas permiten la producción orgánica en casi todo el país.
A mediados de 1992, Argentina presentó una solicitud a la Comunidad Europea para que se le incluyera en la lista de terceros países. Basándose en el examen de las normas de producción y del sistema de control, la Comunidad Europea incorporó a Argentina en una lista provisional de terceros países.
Después, en un período de tiempo relativamente corto, el Gobierno formuló directrices nacionales en materia de producción orgánica en la que se pudo incluir a Argentina en la lista de terceros países de la Comunidad Europea.
Tras la verificación de la equivalencia del sistema de inspección y las normas de producción para la agricultura orgánica, la CE incluyó oficialmente a Argentina en su lista de terceros países equivalentes en el año 1996.
La inclusión de Argentina en este listado no se debió solamente al nivel de normas aplicadas, sino también al reconocimiento de la fiabilidad de los órganos nacionales de certificación y de sus procedimientos y mecanismos de control.
Luego de esto, las exportaciones argentinas de productos orgánicos a la CE aumentaron considerablemente y actualmente representan casi el 80 por ciento de las exportaciones de productos orgánicos.
De esta manera, la expansión del sector orgánico se aceleró, con tasas de crecimiento anuales de más del 100 por ciento en la segunda mitad del decenio de 1990.
En resumen, la producción orgánica continúa siendo elegida por cientos y miles de consumidores a nivel mundial, quienes detrás de su consumo buscan cuidar el ambiente y los recursos naturales.