Dentro del mundo de las certificaciones orgánicas, los certificados Rainforest Alliance son uno de los más reconocidos. Dichos documentos presentan diferentes requisitos para poder ser obtenidos.
Para obtener una certificación Rainforest Alliance no basta con que una empresa tenga el sello en sus productos, sino que se debe priorizar la sostenibilidad en sus cadenas de suministro, comenzando por las fincas de las que se abastece. En esa línea, el programa de certificación se basa en el estándar de agricultura sostenible, que tiene diferentes conjuntos de requisitos para agricultores y empresas.
Para poder tener el logo de Rainforest Alliance, la organización debe pasar y aprobar una auditoría de tercera parte. Esto significa que no se audita a sí misma, ni es auditada por algún cliente interesado, sino que es auditada por una organización especializada y acreditada que emite un dictamen en forma independiente.
Para los productores, los requisitos les ayudan a ganarse la vida y al mismo tiempo, enriquecen la tierra mediante una agricultura sostenible y regenerativa. De esta manera, los campos certificados deben brindar condiciones de trabajo seguras y justas para sus trabajadores.
Para las empresas, los requisitos alientan prácticas comerciales responsables y la transparencia desde la finca hasta el anaquel. Asimismo, esto les ayuda a desarrollar cadenas de suministro más sólidas, fortalecer la lealtad de los consumidores y alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
En relación a la trazabilidad, este aspecto da cuenta de que el producto que lleve el sello de la Rainforest Alliance, es un producto que fue producido por agricultores y empresas que trabajan juntos para construir un mundo donde las personas y la naturaleza prosperan en armonía.
NORMA BPM
La conservación de la calidad de los alimentos es un tema que preocupa y atraviesa a toda la sociedad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que cada año a nivel mundial 600 millones de personas padecen enfermedades por consumir alimentos contaminados y 420.000 mueren por esta misma causa.
En este contexto, las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) cumplen un rol fundamental como primera medida para que los comestibles y bebidas no ocasionen un daño a la salud.
De esta forma, las BPM comprenden una serie de procedimientos necesarios para lograr alimentos inocuos que van desde el origen de la materia prima, su almacenamiento, la producción o elaboración, hasta el almacenaje y expedición del producto terminado.
Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) comprenden las políticas que al ser implementadas en una industria, aseguran un estricto control de la calidad de los alimentos.
Las BPM es el documento expedido por el IRAM (Instituto Argentino de Normalización), en el cual consta que el establecimiento elaborador cumple con las buenas prácticas de manufacturas, que son desarrolladas por el Instituto mencionado.
Hay productos que han sido analizados por un equipo de expertos de la Fundación Cardiológica Argentina teniendo en cuenta diferentes variables relacionadas con su composición química, características nutricionales y calidad.
Para la Fundación Cardiológica Argentina es elemental hacer un estudio cuali-cuantitativo de los alimentos, es decir, partir de los resultados de laboratorio y sumar a ello información de cómo se comportan dichos alimentos en la alimentación de un individuo. Para lograr esto, se estudian los avances y los nuevos descubrimientos en dichos productos.
Por otro lado, la recomendación de consumo diario total de agua como bebidas es entre 2 y 2,5 litros. El consejo de que la mejor fuente de ingesta es el agua potable y pura, son ciertas pautas que también se transmiten a la sociedad.
En ese sentido, es aconsejable disminuir en forma progresiva el consumo de bebidas azucaradas así como el hábito de endulzar infusiones con azúcar, preferentemente el mate: amargo.
En resumen, hay ciertas recomendaciones que se realizan sobre el consumo de alimentos saludables y orgánicos. En ese sentido, la producción de este tipo de alimentos y la garantía hacia el consumidor mediante la presencia de sellos verdes, provoca que haya una elaboración más responsable y un consumo más consciente con el medio ambiente y con el cuidado de los recursos naturales.